martes, 25 de mayo de 2010

Una caja mágica llamada India.






El año pasado en un curso de escritura de viaje en el que participe, en la primera clase el profesor puso una caja de cartón pequeña sobre la mesa y sin decirnos su contenido nos dijo que escribiésemos acerca de que pensábamos nosotros que había adentro y creáramos una historia. Lo poco que he conocido de La India en mi primera visita ha sido algo parecido a la sensación previa al abrir una caja sin saber su contenido, con la diferencia de que está caja pondría India en su exterior y dentro habrían un montón de historias mágicas y relatos que desde la infancia me habían contado acerca de esta tierra mística y legendaria y que al abrirla las iba a experimentar personalmente.

Al empezar a desempacar la caja descubrí que La India en si misma es una constante contradicción, por un lado su filosofía de vida marcada por el Hinduismo, Islamismo y Budismo(ahora con más importancia que nunca con el Dalai Lama viviendo como refugiado político) que se basan en la meditación e importancia de lo espiritual sobre lo material , es decir, el mensaje en teoría es de paz y tranquilidad lo cual es todo lo contrario a la realidad que te impacta cual golpe de calor apenas se sale del aeropuerto. Nuestro vuelo llegó a las 2:00 de la madrugada y a las 3:00 tomamos un taxi hasta nuestro hotel. Por la hora se agradecía una temperatura más agradable y la ausencia de tráfico de autos particulares a cambio de varios camiones coloridos en la vía a los que nuestro taxista pasaba velozmente, tanto que me tenia presionando el freno ficticio en la parte de atrás. El conductor tocaba la corneta constantemente hasta llegar al punto de aturdir. Para nuestra sorpresa, en los mismos camiones había un aviso que decía en Inglés “Por favor tocar el pito”.No me cabía en la cabeza como ellos mismos pedían que los aturdieran , pero unos días después al ver a nuestro chofer conduciendo me di cuenta de cual era la razón y es para avisar que se esta pasando al lado ya que los espejos retrovisores son objetos ornamentales que no se utilizan y que simplemente se doblan hacia dentro para que no lo rompa una moto o un tuk tuk.

El cielo de La India es gris hasta el punto que no se puede ver claramente el sol. Esto es debido a la alta polución que se produce por las causas habituales en todos los demás sitios del mundo sumado a la basura que esta dispersa por toda la calle.En temporada de sequía los olores son pestilentes y gran cantidad de gases contaminantes se propagan en el ambiente debido a las altas temperaturas (entre 42-45 grados centígrados)y en la de lluvia segun cuentan sus habitantes la basura se esparce y flota por las inundaciones y sí en algún momento se llega a organizar se acumula en un solo sitio y se quema. Esto hace el ambiente bastante pesado, tan pesado como lo son los vendedores en la calle, conductores de tuk tuk ,etc que interceptan a los turistas y comenten un acto solo un poco menos intenso que el acoso para vender su mercancía o servicios.

Hasta ahora el paisaje que he descrito es la primera impresión que una persona puede tener al llegar a India, es decir, un taxista que conduce como si tuviera un cohete reservado para la guerra con Pakistán en el culo pitando cada 5 segundos en una calle con camiones diciendo ¡pítame! y motos, tuk tuks , rick-shaw -que son bicicletas que llevan a las personas en 2 asientos en la parte de atrás- a escasos metros dando la impresión de que se les va a pasar por encima ; una vez fuera del taxi se encuentran calles sobre pobladas repletas de mierda y al mirar al cielo para agradecerle a Dios por vivir donde se vive lo que se ve es un cielo gris con un sol turbio tapado por la polución. Pero la primera impresión no siempre tiene que ser la definitiva en ninguna parte y menos en India. El Hinduismo y el Budismo tienen como uno de sus preceptos el del karma y que todas las personas deben de pasar por el para luego conseguir una mejor vida, en su próxima vida al reencarnar. De la misma manera funciona cuando se visita este país. Primero el visitante debe “aceptar” toda esta situación de constante caos y falta de higiene para luego poder disfrutar de su exótica belleza.

Vaciando la caja con cada vez más intensidad me encuentro con gente que es muy amable y servicial. Su mirada esta llena de curiosidad y aunque trasmite seriedad y desafío en el primer momento, luego al devolverle una sonrisa ellos dan una todavía más blanca y brillante que contrasta con el color mate de su piel . Su curiosidad luego se transmite en palabras en Inglés que van desde solo Halo Sir!!! hasta un bien pronunciado Sir, Where are you from? . En cuanto a su hospitalidad, son demasiado serviciales, tanto que hasta llegan al punto de meterse en la habitación con el huésped cuando se llega por primera vez al hotel y casi que se quedan allí para cambiar los canales de la TV esperando una propina a cambio después. Es uno de lo países con mayor densidad de población en el mundo teniendo un poco menos de 1000 millones como los tiene su vecino China. Hay 29 millones de nacimientos al año, algo que sobrepasa los limites para tener una vida digna con comida,salud y educación, provocando la miseria reflejada principalmente con niños y viejos indigentes en las calles mendigando dinero. El Indio es extrañamente impuntual ya que si le dices una hora determinada de recogida para hacer un servicio de traslado a algún sitio el llegará lo menos una hora antes.

La gente ama la comida y de alguna manera se reflejan en ella por lo colorido, picante y condimentado de sus platos que a pesar del intenso sabor y ricura solo son aguantados por estómagos locales y que son solo probados por turistas osados sin miedo al llamado “Delhi belly” que es el nombre que se le da a los ataques de diarrea provocados por la cantidad de condimentos y especies utilizadas y la no potabilidad del agua con que se preparan los alimentos. Algunos platos probados en este viaje fueron el pollo al curry, cordero masala, y aunque solo es un acompañante mi favorito el cheese naan. En cuanto a las bebidas, la cerveza King Fisher, lassie ( frutas con yogur), y el dulce te indio.

Tienen un sistema de metro y de tren con mucho tiempo operando que ha quedado como legado de la colonización inglesa que llegó a su fin el 15 de agosto de 1947. En el metro de Delhi también se puede apreciar una interesante contradicción entre el orden y el caos. Al entrar en la estación se debe pasar por un detector de metales tal cual como en un aeropuerto y pasar por los respectivos cacheos y revisiones por parte de los policías los cuales están atrincherados en sacos de arena con un arma de guerra en varias esquinas de la estación. Luego para comprar el ticket se va a la taquilla en donde la gente casi que empujando deja de lado al otro si no se paga rápido. Los tickets son ”fichas de casino” que se pasan magnéticamente por las puertas mecánicas al inicio y se meten tal cual “maquina traga perras ” al final para salir de la estación . Antes de entrar al metro ¡sorpresa! filas de personas perfectamente formadas para ingresar al vagón, algo que no he visto en ninguna otra estación de metro en el mundo, pero todo vuelve a cambiar una vez se esta adentro con manadas de personas apisonadas en cada vagón con la ayuda del empujón final del agente de seguridad.(tal cual como en el metro de Tokio) Una vez dentro lo más indicado para describir la sensación es imaginarse estar dentro un tupper ware (taper) con un pollo sudado al curry que a su vez esta dentro de una nevera.(porque afortunadamente el vagon tiene aire acondicionado).

Otra sorpresa que descubrí al seguir escarbando en la caja mágica India, fueron los trenes. Después de haber visto Slum Dog Millionnaire , varias películas, documentales y noticias con graves accidentes de trenes, me esperaba lo peor al utilizarlo . Funciona un poco igual que el metro y todas la cosas en India, la estación es un caos con hombres con camisas rojas(*de nuevo los camisas rojas aparecen) que hacen todo lo posible para llevar el equipaje de los pasajeros, al ser superada la primera prueba, ubicar el tren en la pantalla de la estación para ver la plataforma en la que se debe tomar el tren es la próxima meta a conseguir. Una vez en la plataforma correspondiente me temía lo peor; el tren retrazado con gente rebozando por los vagones y encima del techo, pero para mi sorpresa ocurrió todo lo contrario vagones antiguos pero bien cuidados en general con un muy buen servicio de comida y bebida a bordo que llegó 20 minutos antes a la estación y salió puntualmente a la hora pautada. Era muy temprano y con el tren en marcha saliendo de Delhi abrimos la cortina de la ventana y vimos con asombro como la gente desnuda defecaba en grupo cerca de las vías del tren sin ningún pudor. Tal vez nuestro asombro puede justificarse al ver a Homo Sapiens como nosotros cagando en grupo ya que creo que ni mis padres que tienen casi 40 años de convivencia lo hacen uno en frente del otro, pero que por una parte ellos tienen al menos un baño disponible con "el lujo" de tener una puerta que les permita privacidad.Por otro lado, en cuanto al asombro que nos produjo verlos desnudos cerca de las vías de tren de una ciudad como Delhi al pensarlo objetivamente la única diferencia entre ellos y los que estábamos viendo aquello era el grado de pudor ante una necesidad fisiológica básica del ser humano. ¿Y que haríamos los adultos occidentales o los del resto del mundo con recursos básicos cuando no tenemos un baño disponible?..... tal vez lo mismo pero por pudor lo más seguro que no en dúos, tríos o grupos y escondidos detrás de algo que tapara nuestros cuerpos desnudos. A estas personas la necesidad y la falta servicios de sanitarios los ha hecho tomar el comportamiento que para nosotros pueden tener algunos niños pequeños que cagan con sus amiguitos en el parque o en la playa y que todavía no conocen la palabra verguenza.

La última parte que me faltaba por vivir al intentar vaciar parte de la caja mágica India , era la de los palacios, el más monumental que cualquier otro en el mundo -El Taj Majal- único en su arquitectura al verse igual desde todos los ángulos en que se le mire .Construido en honor a la tercera esposa que le dio 14 hijos al Maraja (o Maharaja) que se lo mandó a construir. El Palacio Amber en Jaipur al norte de India, El Fuerte Rojo en Delhi completando así el llamado triángulo de oro de Delhi-Agra-Jaipur, y los templos islámicos e hinduistas rodeados por agua sagrada como el deslumbrante Templo Dorado en Amritsar al norte y cerca de la frontera con la vecina Pakistán. Los soldados altos, con bigotes de maestro de circo, con uniformes “árabes” y turbantes, armados con sables grabados con letras en hindi, hombres delgados con larga barba y turbante sacando música milenaria de su flauta para hipnotizar y hacer danzar a las cobras que salían de sus cestas, vacas sagradas, camellos y elefantes con sus rostros pintados en gena de todos los colores que formaban parte del trafico en las calles de las ciudades fuera de Delhi ; mujeres con sus vestimentas o saris coloridos, joyas que brillaban contrastando con su piel y ojos que tenían un color no definido en la paleta de colores habitual y que más bien se asemejan a los diferentes colores que va adquiriendo el agua según la luz en algunos manantiales sagrados.

Todavía me falta mucho por descubrir en la caja mágica India y si la próxima vez al meter la mano lo primero que consigo es untarla de barro pantanoso y desagradable al tacto y a todos los demás sentidos, sé que lo siguiente que me voy a encontrar es un lago de agua bendita que refleja un Palacio que solo se puede ver en sueños o viniendo a la increíble India.





* Hace referencia a los camisas rojas del articulo de Tailandia



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